El Parlamento Europeo aprobó el nuevo Reglamento Europeo para la Reutilización de Agua. Este reglamento tendrá como finalidad garantizar que las aguas residuales tratadas sean reusadas de manera más amplia minimizando el uso de cuerpos de agua y aguas subterráneas; así se lograría disminuir la caída de los niveles de aguas subterráneas, debido principalmente a su empleo en el riego agrícola.
Entonces, desde ya es posible decir que Europa decidió unificar estándares para la reutilización de agua para riego agrícola y aprovechando esto, la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua (ALADYR) tomó como referencia esta iniciativa y realizó el foro virtual Alcance del Reglamento Europeo de Reutilización de Agua en la Agricultura. Qué podemos aprender en Latinoamérica para discutir aspectos que podrían ser extrapolados a las realidades de la región.
El evento a distancia contó con la participación especial de Domingo Zarzo, presidente de la Asociación Española de Desalación y Reúso (AEDyR), quien dio los pormenores de la norma en términos de las condiciones ambientales, económicas y sociales que estimularon su discusión en las esferas legislativas.
Zarzo destacó que no se trató de una dinámica para que Latinoamérica aprendiera de Europa sino que la idea es motivar el intercambio de ideas que permitan el aprendizaje conjunto de lo que se puede lograr gracias a este tipo de normativas.
Mencionó que los marcos normativos vigentes de este tipo tienden a ser “muy garantistas” de la salud humana pero que es posible llegar al nivel de equilibrio con la viabilidad económica y que las condiciones de escasez terminarán por hacer de esta práctica un estándar.
Agregó que este reglamento, al igual que otros que se usan como referencia (California y Organización Mundial de la Salud), contempla requerimientos de calidad por tipo de cultivo que se clasifican dependiendo del contacto que tiene el fruto con el agua de riego. También existen exigencias respecto a la técnica de riego.
Por su parte, los especialistas de ALADYR, entre los que se encontraba Alejandro Sturniolo, vicepresidente de la Asociación radicado en Argentina, se encargaron de contextualizar el tema y su relevancia para Latinoamérica.
Recordó que Tras una de las sequías más severas, que tuvo lugar en 2003 y afectó a más de 100 millones de personas y a casi un tercio de la superficie de la UE, con un costo de, por lo menos, 8.700 millones de euros, el Consejo de Ministros de la UE solicitó a la Comisión Europea que tomara medidas para resolver los problemas de la escasez de agua y la sequía en la UE.
Sturniolo explicó que el reúso de efluentes para la agricultura en Argentina toma mayor relevancia si se toma en cuenta la cantidad de agua virtual (recurso hídrico subyacente en cada producto) que exporta respecto a la que es consumida e importada nacionalmente” dijo.
Adicionalmente dijo que en el país existen zonas de alto estrés hídrico cuya principal actividad es la agricultura y que la única manera de hacerlas sostenibles es a través de la optimización del uso del recurso y su reutilización.
Destacó también que la desinfección es un aspecto especialmente importante en el proceso de recuperación de estos efluentes para el riego y opinó que es necesario avanzar en la adopción de tecnologías altamente eficientes como la desinfección de agua por rayos ultravioleta.
El panel de expertos también estuvo conformado por el presidente de la Asociación, Juan Miguel Pinto desde Estados Unidos; Eduardo Pedroza representando a Brasil y Víctor Casarreal desde México.
Con estas palabras Europa adoptó el reúso de agua
“El día de hoy marca un importante hito en la transición hacia una economía circular para los recursos hídricos. De esta forma, paso a paso, estamos consiguiendo resultados para el medio ambiente”, señaló Simona Bonafè (S&D, Italia), responsable de la tramitación parlamentaria del texto legislativo.
“Podríamos reutilizar hasta 6.600 millones de metros cúbicos de agua en 2025, en comparación con los actuales 1.100 millones de metros cúbicos al año. Esto requerirá una inversión de menos de 700 millones de euros y nos permitirá reutilizar más de la mitad del volumen actual de agua procedente de las plantas de tratamiento de aguas teóricamente disponibles para el regadío, evitando más de un 5% de extracción directa de las masas de agua y aguas subterráneas”, añadió.