Puertecitos: Sostenibilidad e Innovación

RSE

Puertecitos es un pueblo pesquero de Baja California – México

Prensa ALADYR – De la ausencia de un propósito sobreviene la angustia existencial ¿Cuál es el sentido de la vida? Filósofos, religiosos y científicos han tratado de darle una respuesta definitiva a esta pregunta, pero al final todo parece derivarse a la ineludible decisión humana.

Nicolás Velásquez Limón, es un hombre desprovisto de toda angustia existencial. Él tiene la certeza del propósito de su vida y a cada día le imprime el deseo irrefrenable, de avanzar en su cumplimiento: tomar lo que sabe y ayudar con ello a las personas.

Nicolás es jefe del Centro de Energías Renovables (CENER) del Instituto de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y se topó con Puertecitos -pueblo de pescadores- en su búsqueda de un ambiente para la implementación de campo de los desarrollos tecnológicos de la Universidad, en materia de energía eólica, fotovoltaica y diésel proveniente de biomasas.

Puertecitos parecía estar por desaparecer. Ahí las temperaturas, en verano, pueden rondar los 50 grados centígrados. Los niños se deshidrataban, los adultos se descompensaban y las familias abandonaban el lugar. Se trataba de un pueblo casi fantasma, cuya condición de aislamiento había privado de los servicios de agua y electricidad a la comunidad.

“Un par de niños – sollozos ahogados – fueron el detonante. La niñez sufría de deshidratación – las lágrimas brotan – lo siento, me invade mucho la emoción” dijo el ingeniero, cuya preocupación denotaba un gran sentido de compasión. “Así que nos pusimos manos a la obra para aportar nuestro granito de arena desde la Universidad”.

Nicolás Velásquez Limón, jefe del proyecto “Microred Sustentable de Servicios Energéticos Comunitarios de Puertecitos”

Así fue como nació el proyecto “Microred Sustentable de Servicios Energéticos Comunitarios de Puertecitos” que en principio buscaba satisfacer las necesidades de electricidad para climatización y refrigeración pero que ahora, contempla el abastecimiento de agua potable a través de la desalinización de agua de mar.

Nicolás lo explica con sencillez “estas tecnologías son incluso más baratas que extender una red eléctrica o utilizar generadores de diésel… considerando que cada kilómetro de red tiene un costo de alrededor de 200 mil pesos (mexicanos) y que el diésel cuesta mucho, entonces la Microred era, sin duda, lo más viable”.

“Si la población está más allá de los 35 kilómetros de la red eléctrica convencional entonces lo que más conviene es la microred. En este caso, el sistema sustentable tiene más viabilidad que los convencionales” completó.

El proyecto, que ya tiene 5 años de ejecutado y funcionando, conjugó voluntades de diversas instituciones, siendo las principales el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el financiamiento. Las autoridades civiles cedieron el terreno para la construcción y disposición de las instalaciones.  

“Conacyt nos dio el dinero en tres años y tres etapas. Hicimos una microred experimental en la Universidad y luego la escalamos a la comunidad. De ahí en adelante Diosito nos fue dando lo que necesitábamos”, recuerda entre sonrisas el profesor.

Enfatizó, que se hizo un trabajo social profesional “importante” porque los locales tenían cierto escepticismo ante este tipo de proyectos que fueron prometidos reiteradas veces pero que nunca se concretaron. “no nos creían en un principio, pero los jóvenes del equipos fueron aceptados como “los muchachos de la Universidad” y se pudo avanzar con el apoyo de la comunidad”

Sistema de Gestión Comunitaria

la comunidad se organizó para la administración del servicio

En este caso, el sistema sería viable si la misma comunidad tomaba las riendas de la organización de la Microred. Así que se hicieron manuales, se dispuso una estructura organizativa con roles bien determinados y se fijaron tarifas. Gran parte del trabajo tuvo que ver con la capacitación a la comunidad.

Las tarifas tienen un sentido social para satisfacer las necesidades, pero lo recaudado debe ser suficiente para la autogestión y mantenimiento de los sistemas, así que los primeros kilowatts son baratos, pero luego, de usar los esenciales, la tarifa aumenta. 

“Se creó un comité y se les enseñó cómo hacer la administración,  se firmaron contratos y se instaló un sistema para generar recibos” agregó Nicolás.

También dijo, que a pesar de que la administración ha hecho un excelente trabajo y que una persona del lugar con excepcionales habilidades de aprendizaje, se encarga del mantenimiento técnico, han ocurrido imprevistos que han hecho que después de cinco años de operación la Microred esté en déficit para reemplazar las baterías, puesto que ha padecido daños por un zopilote (Buitre) que ocasionó un corto circuito, un huracán y personas de otras comunidades que han robado cables. “Aún así la comunidad ha venido prevaleciendo, pero esos gastos imprevistos han hecho que ya no se tenga para el reemplazo de las baterías, que están llegando al final de su vida útil. Entonces, se necesita apoyo”.

Otro proyecto: La Supermáquina “AGUA PARA LA COMUNIDAD”

Puertecito tiene un gran potencial turístico

El profesor habló del próximo proyecto que esperan implementar en Puertecito y que ya fue sometido al régimen mexicano de patentes. Se trata de un sistema y proceso de evaporación de múltiple efecto y expansión súbita, para la producción de agua desalada y enfriamiento/calefacción de espacios, de alta capacidad y eficiencia, activado por energía térmica con la finalidad de ayudar a poblaciones que viven en el litoral costero, en donde la escasez hídrica y las altas temperaturas son los principales problemas.

Con esta “Supermáquina” – como cariñosamente le llaman en la Universidad – se aprovecha el agua producto de los procesos de desalinización térmica que trabajan en vacío, como los de múltiple efecto, múltiple etapa y membranas, entre otros; y se utiliza el agua producto como refrigerante para la climatización de espacios.

En el resumen del documento de sometimiento de patente, se explica que se trata de una máquina compacta más eficiente y que puede activarse mediante una fuente de calor, proveniente de 15 colectores solares tipo Placa Plana, Concentrador Parabólico Compuesto, Cilindro Parabólico y Fresnel, entre otros o cualquier otra fuente de calor.

Se adiciona, que las características antes descritas hacen de esta invención, una opción recomendable para los sectores residencial, agrícola, ganadero, turístico, comercial e industrial, que se encuentran en zonas costeras, con clima cálido húmedo, donde se tenga problemas con la disponibilidad del agua potable y altas/bajas temperaturas.

Es decir, se trata de un aire acondicionado solar, que desarrollan desde la Universidad y cuyo prototipo esperan instalar en la escuela de Puertecitos, donde los niños padecen calor debido a las altas temperaturas. “El excedente energético se puede aprovechar para alimentar una planta de Ósmosis Inversa porque el problema del agua es grave” recalca el profesor Nicolás.

“Estos son proyectos demostrativos, que nos permiten probar las tecnologías y benefician a la comunidad” comenta el técnico.

Además de éstas, Nicolás y su equipo tienen toda una lista de ideas para mejorar, sustentablemente, las vidas de las personas que viven en comunidades aisladas. Esperan que Puertecitos sirva como ejemplo y que sea un detonador para que este tipo de experiencia se replique y que los pueblos alcancen sostenibilidad comercial para no depender de subsidios.

Es así como Puertecitos puede llegar a consolidarse como un centro turístico, para aprovechar las bondades de sus playas, aguas termales y atardeceres memorables.  

Nicolás sigue mirando más allá del horizonte como el incansable hombre que encuentra el sentido de su vida trayendo a la realidad lo que sus sueños remotos, de ayuda al prójimo, vislumbran en fantasías. Sigue viendo oportunidades en cada problema.  

Si desea saber más sobre este proyecto y apoyar puede escribir a [email protected]