
Representantes de la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua, ALADYR, compararon los mercados tratamiento de agua de la región y posicionaron a Perú entre los destinos más atractivos para invertir en infraestructura de agua y saneamiento mediante asociaciones público-privadas (APP)
Prensa ALADYR – La Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua, ALADYR, resaltó a Perú como un ejemplo en la atracción de inversiones para el desarrollo de infraestructura hídrica y saneamiento, señalando que su estrategia de concesionamiento mediante asociaciones público-privadas (APP) debería ser replicada en toda la región.
Según ALADYR, el país cuenta con reglas claras y un entorno propicio para la inversión, lo que ha permitido avanzar en el cierre de brechas en acceso a servicios básicos. Con indicadores macroeconómicos estables y uno de los niveles de riesgo país más bajos de la región, Perú ha logrado posicionarse como un destino atractivo para el capital internacional interesado en generar beneficios ambientales, económicos y sociales.
ALADYR conversó con Mario Guido Valverde, director de portafolio de proyectos de PROINVERSIÓN, quien invitó a los inversionistas a explorar oportunidades en proyectos de saneamiento bajo la modalidad APP en el Perú. “El país ofrece incentivos y mecanismos de facilitación a las inversiones diseñados para garantizar el éxito de la participación sector privado” sentenció.
Ejemplos como el proyecto PROVISUR, que combina reúso de agua y desalinización para servir a los distritos del sur de Lima, la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Chira y la recientemente adjudicada PTAR Chincha, reflejan cómo el país ha sabido aprovechar la participación del capital privado para fortalecer su infraestructura hídrica y avanzar hacia una mayor resiliencia climática.
Desde ALADYR advirtieron que, mientras en América Latina y el Caribe se necesita invertir el 1,38% del PIB anual (estimaciones CEPAL) para alcanzar el acceso universal a servicios de agua potable y saneamiento seguro, la mayoría de los países no logran este nivel de inversión.
“Lo que hemos visto es que ningún país puede solo y que la participación privada, nacional o extranjera, es imprescindible para alcanzar el desarrollo que las sociedades demandan” dijo Jerry Ross, presidente de ALADYR.
Además, la Asociación subrayó la importancia de agilizar los trámites y mejorar los marcos regulatorios para facilitar la ejecución de proyectos. “Algunos países, a pesar de contar con una baja percepción de riesgo y una cobertura de saneamiento superior a la media global, cargan con obstáculos administrativos que retrasan la implementación de infraestructuras clave para la seguridad hídrica, como las plantas desalinizadoras” agregó Ross.
La evolución de Perú
Para ALADYR, la evolución del Perú bajo este modelo de cooperación ha sido enorme. Entre 2012 y 2021, el tratamiento de aguas residuales en Lima y Callao experimentó un crecimiento significativo, pasando del 21% en 2012 a más del 90% en 2020, gracias a la operación de las plantas concesionadas Taboada, La Chira y PROVISUR, que actualmente tratan aproximadamente el 84% de las aguas residuales de la región. En este período, el caudal de tratamiento aumentó casi siete veces, pasando de 3.1 m³/s en 2012 a 23.1 m³/s en 2021. “Este desarrollo también se está llevando al interior del país y es algo que se evidencia en la cartera de proyectos” agregaron.
Consideraron importante resaltar que el Perú no sólo está creciendo en cobertura de agua y saneamiento, sino que también lo hace en infraestructura de resiliencia al cambio climático mediante estaciones de reúso de aguas residuales y plantas desalinizadoras de agua de mar como la Desaladora Ilo, uno de los proyectos que más expectativa ha levantado entre las empresas del sector.
ALADYR insta a los gobiernos de la región a seguir el ejemplo de Perú y a trabajar en conjunto con el sector privado para movilizar los recursos necesarios que permitan garantizar el acceso al agua potable y al saneamiento seguro. «O procuramos las condiciones para atraer inversión privada, porque ningún gobierno puede hacerlo solo, o el estrés hídrico nos ganará la carrera», concluyeron.