En algunas zonas la prohibición subió de un 30 a un 70%. Debido a esto se han visto forzadas a invertir en nuevas soluciones hídricas.
Luego de que el Gobierno anunciara aumentar en más del doble las zonas de prohibición para extraer agua, desde el ministerio de Obras Públicas confirmaron que podrían denegarse solicitudes de derechos que han hecho algunas mineras en el norte del país. A raíz de esto quisimos saber en qué consiste esta restricción y cómo se están preparando las compañías para enfrentar la escasez hídrica.
Fue en abril del año pasado cuando BHP inauguró la planta desalinizadora más grande de Latinoamérica y Europa. Escondida Water Supply consistió en una inversión de 3.430 millones de dólares. ¿El objetivo? Asegurar el suministro de agua y la producción de cobre en Minera Escondida para los próximos años.
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Esta es la estrategia que tienen muchas mineras para sustituir el uso de agua continental ante la escasez hídrica que afecta a la zona norte del país. De hecho, el gobierno a través de la Dirección General de Aguas confirmó hace unas semanas que aumentará en más del doble las zonas de prohibición de extracción del recurso de 30% a 70%.
Una zona de prohibición implica que en un sector hidrogeológico determinado, no se podrán otorgar nuevos derechos de aguas subterráneas, ni definitivos ni provisionales. Los derechos provisionales se otorgan en las zonas de restricción que es la etapa previa a la declaración de zonas de prohibición. Pero ¿qué es una zona de prohibición? Esta se declara cuando se han otorgado todos los derechos de aguas subterráneas posibles de otorgar sin comprometer la sustentabilidad del acuífero.