Por Armando Nieblas
RadarBC.com
Luego de cancelarse el contrato con la empresa ganadora de la licitación de la desaladora de Playas de Rosarito, el Secretario para el Manejo, Saneamiento y Protección del Agua (SEPROA), Salomón Faz Apodaca, reconoció que analizan un nuevo proyecto de desalación para la ciudad de Tijuana, lo que deberá ocurrir en un plazo no mayor a 3 años.
El pasado 29 de junio la Comisión Estatal del Agua (CEA) en Baja California, notificó a Consolidated Water la cancelación del proyecto de la desaladora en Playas de Rosarito, debido a la inviabilidad financiera del mismo, así como su costo de financiamiento y operación.
Al respecto, el titular de la recién creada SEPROA explicó que desde el inicio de la presente administración comenzaron con la revisión de ese proyecto, dándose cuenta que era demasiado grande para las necesidades de la zona costa y además implicaba un fuerte impacto a las finanzas del Estado.
Detalló que actualmente el Gobierno del Estado cuenta con pasivos de hasta 35 mil millones de pesos, muy por arriba de lo reportado por la anterior administración, lo que compromete las finanzas estatales y por consiguiente la posibilidad de continuar con ese proyecto. “Era imposible de cumplir para las finanzas públicas del Estado y sobre todo considerando un proyecto tan grande”, indicó.
Dijo que Tijuana podría tener una desaladora de hasta 1 metro cúbico, que le garantizaría el abasto por los próximos 7 años. Además explicó que la ciudad requiere 100 litros de agua por segundo cada año, adicional a lo que está recibiendo, por lo que contar con una planta que genere mil litros, representaría un abasto de hasta 10 años.
Salomón Faz Apodaca reconoció que cuentan con otros proyectos para garantizar el abasto de agua en la zona costa del Estado, uno de ellos la rehabilitación de 21 pozos de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT), lo que permitiría extraer 400 litros de agua por segundo, representando 4 años de abasto con una inversión de apenas 40 millones de pesos.
Reconoció que la posibilidad de extraer agua de los pozos les permitirá ganar tiempo para llegar al propósito final, que es la desalación. “Vamos a terminar desalando forzosamente, el único tema es cuándo”, expresó.
Agregó que hasta ahora no hay una fecha específica para echar andar el nuevo proyecto de la desaladora, pero debe ser no mayor a tres años, sobre todo porque hay muchas empresas interesadas en participar, principalmente extranjeras.
Pero aclaró que el proceso de licitación del nuevo proyecto tendrá que ser transparente y abierto, además que tendrá que socializarse, tal y como, se hará con el contrato de suministro de energía eléctrica para el Acueducto Río Colorado-Tijuana.
Al ser cuestionado sobre el costo económico que representará para el Estado la cancelación del contrato con Aguas de Rosarito, explicó que será el área jurídica quien se encargue de revisar las consecuencias económicas.
“Costaría más terminar el proyecto, serían 2 mil millones de pesos al año, por muchos años”, puntualizó. Por último, el Secretario para el Manejo, Saneamiento y Protección del Agua adelantó que el proyecto de la desaladora Kenton en San Quintín también está siendo revisado, mientras tanto sigue en proceso.